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Día de la Tierra: Buen Vivir

por Antonio Nuno en April 22, 2021


Día de la Tierra

 

“La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos” - proverbio indio.

 

Hoy conmemoramos a nuestra Madre Tierra, el planeta en el que habitamos y que nos da la oportunidad de vivir, y es por eso que queremos hacer conciencia sobre cómo lo tratamos y qué podemos hacer por él. Actualmente enfrentamos diversas problemáticas relacionadas con el medio ambiente, como el cambio climático, la sobre explotación de los recursos naturales, las sequías y escasez de agua e incluso la pandemia, que también es consecuencia del deterioro de la Tierra. En Someone Somewhere estamos comprometidos a hacer un cambio desde el emprendimiento social. 

En esta ocasión hablamos con Enrique Rodríguez, nuestro CFO, sobre cómo lidiar con las problemáticas ambientales que estamos presenciando. Desde muy joven, Enrique empezó a visitar comunidades rurales e indígenas en México y notó las dificultades por las que atravesaban; eso lo llevó a estudiar Ingeniería en Desarrollo Sustentable con la intención de hacer un cambio. Finalmente, con el objetivo de dar un trabajo justo y constante a las artesanas y artesanos de estas comunidades, co-fundó Someone Somewhere. Enrique ha trabajado muy de cerca con los artesanos, lo que lo ha llevado a conocer de primera mano una de las filosofías de vida que adquiere mucha más relevancia en estos tiempos de crisis civilizatoria, ya que pone a la Tierra como un elemento central de nuestra vida humana: el Buen Vivir

Acompáñanos a conocer más de esta manera de ver el medio ambiente y de las alternativas que todos juntos podemos lograr para generar un cambio.

¿Cuál fue tu primer acercamiento con el pensamiento del Buen Vivir?

Fue en mis primeras visitas a comunidades indígenas donde empecé a entender esta forma de ver el mundo tan distinta al pensamiento urbano occidental. Me impactó tanto que poco a poco me fui metiendo a cursos y a convivir con diversos pueblos indígenas de México. Descubrí que existe una similitud en la forma de entender el mundo por parte de los rarámuris, los wixárikas (huicholes), los me’phaas (tlapanecos), los zapotecas, los nahuas, los tsotsiles, e incluso se asemejan a la cosmovisión aymara y quechua de Bolivia, Ecuador y Perú, de donde justamente nace la expresión sumak kawsay, que significa “lo bueno, lo armónico, la vida buena, la existencia”, que en resumen busca el vivir bien, en lugar de vivir mejor. Porque vivir mejor tiene el sentido de progreso, evolución, crecimiento infinito, que da pie al hiper consumismo y a la acumulación constante, que es a lo que aspira la civilización moderna en su conjunto. En oposición al vivir bien, que significa alcanzar un estado de armonía y estabilidad sin la ambición de devorar el mundo. Nos sentimos dueños de la Tierra y los recursos naturales, en vez de entender que somos hijos de una Madre Tierra y que cohabitamos con otras especies en este planeta, por lo que debemos ser administradores de ella y no explotadores.

¿Qué crees que deberíamos aprender de las comunidades rurales e indígenas que siguen esta filosofía de vida? Sobre todo de las comunidades de artesanos con las que has colaborado en Someone Somewhere.  

Uno de los valores de las comunidades que me gusta mucho es la solidaridad. Tienen una forma de relacionarse llamada tequio o faena en donde todas las personas adultas participan en diversos servicios a la comunidad, como mantener los caminos, limpiar las escuelas, las iglesias y organizar las fiestas, sin recibir nada a cambio más que el reconocimiento del pueblo por el servicio voluntario que prestan a su comunidad. Existe la mano vuelta, en donde si yo necesito ayuda en construir mi casa, vienen los vecinos a apoyarme con la mano de obra, y después yo les regreso el favor cuando ellos necesiten cosechar. Justo ahora eso se empieza a perder un poco, porque las nuevas generaciones muchas veces exigen un pago, en vez de que sea una forma voluntaria por el servicio a la comunidad.

¿Cuáles crees que son los temas ambientales y sociales más urgentes que deberíamos atender?

El cambio climático abarca muchos temas. Es la crisis actual más importante que vive la humanidad y el planeta hoy en día. Es mucho más grande que la pandemia de Covid-19 como tal, y, lamentablemente, los más afectados son las comunidades y países más pobres que tienen menos posibilidades de adaptarse y resistir. Uno de los problemas más importantes es el acceso al agua potable. Es una crisis bastante fuerte que ya está pegando en México. En el norte se están peleando el agua entre Estados Unidos y México porque no hay suficiente para las cosechas de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Colorado y Texas; en la Ciudad de México se está viviendo una escasez de agua sin precedentes. Además de que escasea el agua, la poca que es potable la estamos contaminando. Otro problema importante es la deforestación por cambio de uso de suelo, cuando se tala un bosque para convertirlo en terrenos agrícolas. Y no se diga sobre la contaminación atmosférica por uso de combustibles fósiles, la emisión de dióxido de carbono, metano y otros gases efecto invernadero que hacen que nuestro planeta cambie los ciclos naturales. 

¿Cómo podríamos nosotros aportar algo para disminuir estas crisis?

Primero, debemos invitar a todos los jóvenes, estudiantes y egresados, a ser emprendedores sociales y enfocarse en temas tanto sociales como ambientales. En nuestro país hay mucho por hacer y por mejorar, como emprendedores tenemos muchos recursos, información y herramientas que pueden contribuir a un presente y a un futuro mejor. También en nuestra vida cotidiana hay que reflexionar cuáles son nuestros hábitos de consumo. No se trata de ser “ambientalistas perfectos”, como dijo la activista Dafna Nudelman, pues para ello no podrías vestirte con prácticamente ningún tipo de ropa de marca conocida ni comer casi nada del super ni viajar a ningún lado porque tienes que usar algún medio de transporte que terminará contaminando. Desde esta perspectiva de la imperfección, lo importante no es un todo o nada, sino buscar un punto intermedio donde puedas vivir con la menor huella ambiental posible. Es lograr pequeños hábitos y objetivos, en lugar de frustrarse y abandonar por no cumplir un compromiso tan grande que pretenda ser perfecto. Por ejemplo, yo desde hoy me comprometo a colectar el agua fría de la regadera todos los días para aprovecharla en otras necesidades de mi casa.

¿Cómo piensas que podríamos incluir en las grandes ciudades esta forma de pensar la sustentabilidad? 

Esta forma de vida es un poco vivir con lo justo, no acumular. Así, cuando en las comunidades van al bosque a recolectar setas para comer o leña, juntan sólo lo que necesitan para el día o para la semana, y así cada vez que van, en lugar de ir una sola vez y arrasar con todas las setas. Lo mismo pasa con el sistema tradicional de siembra de milpa, que es muy sustentable porque se coloca frijol, pues fija nitrógeno para que el maíz crezca y se sostiene en la milpa para desarrollarse; pero además se siembra calabaza, que con sus hojas anchas hace sombra en la tierra para que el agua que caiga no se evapore tan rápido, y además emite unos olores que ayudan a ahuyentar algunos insectos. Los tres elementos conviven de manera simbiótica, y con esta variedad de cultivos en un mismo espacio la tierra sigue fértil. No por querer ser mucho más productivo y optimizar cada metro cuadrado vas a meter un monocultivo súper intensivo de puro maíz blanco y pesticidas y fertilizantes a tope, para que después, en unos años, esa tierra quede totalmente seca, infértil y te tengas que ir a talar otro bosque para volver a empezar. Aunque algunas comunidades ya han adoptado el tema de los fertilizantes y pesticidas, debemos aprender que la Tierra te da lo que puede darte, y si la cuidas, lo seguirá haciendo por cientos de años.

¿Hay algo que quieras agregar para motivar a las personas a que se unan a la lucha por el medio ambiente?

El Día de la Tierra sirve para generar conciencia, para cuestionarnos qué estamos haciendo como civilización, cuáles son los efectos que hemos causado a través del tiempo y cuáles son las acciones y medidas que tenemos que tomar hoy para el futuro. Lo primordial es salir a reconectar con la naturaleza para poder amarla y, posteriormente, cuidarla, como esta frase que me encanta: “Nadie cuida lo que no ama y nadie ama lo que no conoce”. Muchos de los que vivimos en las ciudades ya no tenemos este contacto y conexión con la Tierra. Es importante entender que, como dice la canción de Maná, nosotros somos una generación que tiene que pensar dónde jugarán los niños. Por eso, entre varias Empresas B certificadas nos unimos a la iniciativa Net Zero, donde nos comprometemos a compensar y mitigar todas la emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Muchas veces, al ser una industria o una empresa, vas a tener algunas acciones negativas, pero se pueden llegar a reducir o incluso a neutralizar. En Someone Somewhere llevamos dos años en este acuerdo, y tenemos básicamente 10 más para prepararnos para un cambio que no es fácil, sin duda. Esta es la crisis que estamos viviendo como civilización, pero tenemos que ser parte de las soluciones.

De parte del equipo de Someone Somewhere, nos alegra compartir este espacio con Enrique. Sus conocimientos sobre el Buen Vivir y el medio ambiente son muy valiosos para todos nosotros. Conoce más sobre el compromiso Net Zero que firmamos como Empresa B y nuestro Reporte de Impacto 2020. ¡Juntos podemos hacer un cambio!