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El Día de las Madres tiene una parte especial en el corazón de todos nosotros. Desde que éramos pequeños y le preparábamos un día muy especial a mamá y la llenábamos de regalos, ya sea en la casa o en la escuela. Lo hacíamos con todo nuestro amor porque sabemos que nuestras madres siempre han estado ahí para nosotros. En Someone Somewhere queremos agradecer a todas esas mujeres que nos han dedicado una parte de su vida. Esta vez hablamos con Diana, nuestra Art Manager, que hace poco se acaba de convertir en mamá y nos cuenta su experiencia al respecto, los desafíos que se ha encontrado y sobre todo nos comparte la alegría junto con su pequeña bebé Valentina.
Planeé mucho este momento del parto, tenía un montón de expectativas y quería que fuera justo como lo imaginé, así que no quise ningún tipo de intervención quirúrgica. Me decidí por un parto en agua y todo fue muy natural. Fue bien padre porque pude cargarla en cuanto nació, nada más la limpiaron antes y me la entregaron. Creí que iba a llorar, como todas las mamás cuando conocen a su bebé, pero más que nada fue totalmente catártico.
Cuando la tenía en mis brazos pensé “estás viendo a un nuevo ser que conoces y a la vez no, lo conoces porque estuvo dentro de ti, pero no lo conoces porque es una persona completamente nueva”. Es una sensación de felicidad, de asombro, de haber cumplido un reto muy grande y haber culminado una etapa para empezar otra: la de ser mamá. Fue un choque emocional muy fuerte, un shock, pero muy hermoso. No lo puedo explicar, es algo increíble, padrísimo, conocerla al fin, después de nueve meses de espera.
Cambió completamente mi vida. Creo que todos esperamos ciertas cosas de la maternidad, que todo sea hermoso, perfecto, pero la verdad es que viene cargada con un montón de nuevas responsabilidades, y claro que cambia tu perspectiva de la vida y de cómo hacer las cosas. Sientes la responsabilidad de un nuevo ser, de cuidar todo lo que haces, cada una de tus acciones, porque va a repercutir en esta nueva persona. Desde mi relación personal con ella hasta lo que hago como individuo por el mundo en el que va a vivir. Sin duda, es todo un reto esto de ser mamá. Aun así, la maternidad es muy bella; ver esa personita que depende de ti, ver su sonrisa o verla dormir plácidamente es súper llenador. Claro que también está esa otra parte donde a veces te frustras y dices “¿lo estoy haciendo bien?”. He tenido ese sentimiento muchas veces, porque siento que a ella le debo todo, le debo ser la mejor persona para que ella esté bien.
¡Todos los momentos son padrísimos! A pesar de este corto tiempo con ella, he vivido muchas emociones a la vez. Mi bebé se adelantó un poco, y llegó en un momento complicado. Pasé unos meses de mucho estrés al final del embarazo. Mi abuela y mi tío fallecieron a causa del Covid justo dos meses antes de nacer mi bebé. Ellos eran personas muy cercanas, por lo que por un lado estaba la felicidad de saber que ya la iba a conocer pero por otro estaba la tristeza de dos pérdidas. Valentina ha sido una niña muy guerrera, como lo dice su nombre: “valerosa, valiente, fuerte”. Le puse ese nombre desde que supe que era niña, y la razón es que sé que viene a un mundo muy difícil, y quería que su nombre tuviera una carga de fuerza, que fuera una mujer valiente que pueda enfrentar cualquier reto que se le presente.
Además de esto, también estaba la responsabilidad en mi trabajo. Me considero lo que llaman workaholic, porque trabajé hasta el último día del embarazo. En Someone Somewhere no hubo problema, pues tomé un descanso por maternidad. Pero además de este trabajo, también soy artista visual, por lo que tengo muchos proyectos personales y no podía desatenderlos, sobre todo uno en particular que estaba en curso. Así que trabajé día y noche hasta muy tarde por un par de días. Uno de esos días le dije a mi Valentina: “vale, yo ya sé que quieres venir, pero por favor espera a que termine esto”. Al tercer día, entregué el trabajo a las 2 de la tarde, y justo momentos después, ¡empecé con las contracciones! Fue como si ella me hubiera escuchado y me hubiera dado el tiempo para terminar mi trabajo. Siento que de verdad me entendió, y fue algo muy bonito. Sentí una conexión mágica con ella.
Es hermoso. Es difícil. ¡Y es increíble! Increíble en todo el sentido de la palabra porque no crees que está sucediendo. Tu vida da un giro de 180° y deja de estar en torno a lo que giraba antes, en mi caso, mi trabajo. Cuando llega un bebé a tu vida, hay un cambio de chip en tu cabeza y esta nueva personita se convierte en tu prioridad. Siempre he tenido claro que deseo ser exitosa, pero ahora ya no lo deseo solo para mí o por las expectativas que tengan las demás personas; ahora deseo ser grandiosa para ella.
De parte del equipo de Someone Somewhere, no solo agradecemos a Diana sino que la felicitamos y le deseamos lo mejor en esta nueva etapa de su vida. Sabemos que ser madre no siempre es color de rosa, pero aun así queremos decirle a todas las mamás ¡que lo están haciendo bien!
Y si aún no sabes qué regalarle a mamá este día...
pásate por nuestras colecciones de playeras Slim o
nuestros Estuches y Tote Bags.
¡De seguro le encantarán!